Carácter: El Beagle se caracteriza por ser audaz, juguetón, alegre e inteligente. Por ello, y por ser muy activo y tolerante, es un perro recomendable para los niños, además requiere de pocos cuidados y agradece todo aquello que signifique paseo, carreras, o ejercicio. En su educación debe predominar la paciencia y la firmeza ante su terquedad, lo que se hace difícil ante su simpatía, sobre todo cuando son cachorros. Son increíblemente extrovertidos y dinámicos, por lo que necesitan de estímulos que puedan entretenerlos, sino puede que busquen por sus propios medios como divertirse y se tornen destructivos, destrozando o mordiendo objetos. Son buenos con otros animales domésticos y como perros de compañía.
Cuando es pequeño es también muy travieso, y otra de sus cualidades es que no mide la cantidad de lo que come, ya que tiene un enorme apetito; por lo cual debe de ser controlado para no excederse en su peso normal.
Origen: El Beagle es una raza europea, nacida en el Reino Unido, que se originó a partir de los foxhounds, para dar origen a un perro de tamaño más pequeño, con habilidades de caza para los hombres que iban a pie. Es el más pequeño de los sabuesos ingleses y su raza fue muy famosa entre los monarcas. Este perro, que es muy veloz, fue llamado “Beagle” en el año 1475, por Sir William Skeat (escritor y filósofo inglés). Isabel I, reina de Inglaterra, tenía una jauría de beagles, y según se decía, no superaban los 25 cm. de altura.
Aspecto: El Beagle es un perro de aspecto compacto y robusto, de pelaje corto, liso y grueso, con orejas largas, de nacimiento bastante bajo y ancho, bien redondeadas en sus extremos y llevadas planas contra la cabeza; que es de mediana longitud; su cuello es moderadamente largo y sus extremidades son rectas y fuertes.
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